jueves, 9 de agosto de 2012

Capítulo 6. Parte 1. En mitad de un beso paras y sacas el móvil. -¿A quién llamas?-Pregunto. En ese momento suena mi móvil. -A lo más bonito del mundo.-Respondes.

En el instituto de esa ciudad.

Se acabó el mes de Enero y comienza el de Febrero, buena noticia porque significa fiesta, fiesta con corazones y fiesta de disfraces.
San Valentín cae en martes y ha recibido como sospechaba un clavel rojo con una tarjeta de Eloy. Este sábado, 18, hay una fiesta, pero sospecha que el lunes no voy a volver a ir a clase porque el domingo hay Luna Nueva.
Eloy y ella llevan con este dos meses juntos, el día ocho es su aniversario y él le regaló otras dos rosas rojas simbolizando dos meses, un mes cada rosa, ella le regaló una colonia de Adolfo Domínguez que la costó bastante dinero pero que llevaba sabiendo que la quería desde antes de empezar a salir, salió en una conversación de esas que tuvieron por notitas hace bastante tiempo, además, creo que fue en las primeras notas donde ninguno pensaba que iban a acabar juntos.
En San Valentín, se intercambiaron esclavas sin sospecharlo, en la de cada uno ponía "E y E" (Eloy y Estela/Estela y Eloy) por fuera y por el otro lado ponía la fecha en la que empezaron. Hacen una pareja preciosa, o por lo menos eso es lo que Estela piensa y lo que la gente piensa, pero ella ha salido con chicos dos, tres o como mucho cuatro semanas y aunque la gente decía que hacíamos buena pareja ella pensaba que más bien hacían una "peculiar" pareja, en cambio la encanta como se complementan Eloy y ella: ella con su pelo justo por encima del pecho, castaño, luminoso y liso, ojos verdes rubí, y él pelo ondulado, corto y ojos miel, él ligeramente más alto que yo con una espalda ancha perfecta, en la que te puedes cobijar de todo, como a ella le gusta, unos labios gruesos, sexis, y unos brazos currados que dan lugar a un cuerpo atlético, sus brazos están mucho menos trabajados pero lo están también, porque hacer hípica y montar a caballo además de baile moderno, se tiene que notar en algo, y ahora más que hace el doble de ejercicio al ser loba.
Eloy la  gusta mucho.


En un lugar alejado, en su casa, su madre mira la tele pensativa.

Odia estas fechas, decidido: a partir de ahora estas fechas serán las que menos la gusten de todo el año: en casa, alejada de sus dos hijas de las cuales una no sabe que ella existe, saber que este domingo la hija a la que ella cuida va a sufrir pero ella no debe saber nada mientras llama al padre de sus hijas para informarse de como está alternándolo con llamadas a su casa donde su criada cuida a la hija que no la conoce, además, el día anterior Estela tiene fiesta de San Valentín y se va a quedar a dormir en casa de Olaya.
"La vida es un asco".
Es lo último que piensa Marta antes de irse a trabajar


En esa misma casa el sábado de esa semana a las cuatro de la tarde.

Estela, Olaya y Rebeca están en casa de Estela preparándose para la fiesta de San Valentín. Aunque la madre de Estela está al corriente de que es la fiesta, la deja irse a dormir a casa de Olaya aun sabiendo que va a llegar tarde, decide que un día es un día, lo que Marta no sabe es que la fiesta será en una discoteca llamada Barbara.
El tema de esa fiesta es San Valentín, y como tal, es obligatorio ir con algo rojo:
Rebeca lleva uno vaqueros ajustados, unas botas altas y una camiseta ancha de Estados Unidos y debajo de ésta lleva una de tirantes roja, Olaya lleva unos pantalones rojos, unos zapatos de tacón marrones claros y una camisa blanca, Estela aun no sabe que ponerse. No tiene pantalones rojos pero tiene una camiseta roja de tirantes con las mangas (largas) como si debajo llevara una camisa blanca, pero tiene una falda roja y hasta un vestido rojo que se puso en noche vieja, pero descarta el vestido al ser demasiado formal.
-Vamos tía, decídete ya la camiseta, la falda, ¿qué? También tienes una básica de tirantes roja...
-Mírame bien Rebeca: no voy a ir a la discoteca con esa camiseta.-Le dijo Estela muy claramente.-¡¡MAMÁ!!
-Dime hija.-Aparece su madre en la puerta de su cuarto.-Qué guapas estáis todas, bueno, tú, Estela, en ropa interior estás igual que siempre.
-Mamá, estoy guapísima con esto, pero, ¿Cómo va hacer hoy? ¿Mucho frío?
-Bastante frío.-Marta se fija en la falda-, incluso para llevar esa falda con medias más o menos gordas y botas a menos que no te quieras helar de frío cual enfermera sexi a siete grados sobre cero en carnavales.
-Muchas gracias mamá-su madre se va a dar la vuelta para marcharse-, ¡espera! ¿Qué tal me queda esto?
Estela lleva la camisa/camiseta roja y blanca, unos vaqueros grises claros y de calzado... aun nada.
-Ponte esas botas hasta la rodilla grises y estarás para eclipsar.
-¡Gracias mamá! A la, ahora déjanos acabar de arreglarnos y tú nos das el visto bueno-La dice mientras la empuja hacia la puerta.
-¡Espera Estela!
-¿Qué pasa?
-¿Y si no os puedo dar el visto bueno porque no estáis lo suficientemente guapas?
-Menuda tontería, ¡pero míranos! Si estamos buenísimas y sin maquillar!-Dice Olaya.
Marta sonríe y sale de la habitación.
Estela pone la radio alta y se maquillan mientras suena "That what makes you beautiful" de "One Direction".
Y así, mientras se maquillan la raya (fina) por el párpado superior por fuera, Rebeca se quita las gafas y se pone las lentillas y se maquilla como el resto, se dan sombra blanca por el párpado inferior para resaltar los ojos y Olaya decide probar un poco de sombra roja y el resto la pide que se lo pinte igual que a ella que la queda genial y se dan en los labios pinta labios rojo con brillo y acaban con la raya negra por en interior del ojo por arriba y por abajo y con el rimel, su ánimo va subiendo hasta desbordar. Pero aunque parezca que esto ha llevado solo media hora, en realidad las ha llevado dos horas y media, las necesarias para llegar bien a la fiesta que empieza a las ocho y media, y no van a correr ni andar deprisa, preparan el bolso y se van.
-Estela.-Dice Marta.
-¿Qué?
-¿Vas a venir a comer mañana?
-Claro.
-Vale, pásatelo genial.
-Gracias, mamá.
-De nada, hija.


En la discoteca.

Pusieron canciones de todo, pusieron únicas para chonis (flamencas), para gozar (reggaetton), para bailar (canciones de discoteca, el ejemplo más conocido es David Guetta), canciones para disfrutar (por ejemplo canciones de Juan Magán o la ahora tan actual del Tacatá), y house, en resumen, muy buena música, es decir, un muy buen DJ.
La fiesta, al ser de menores era light, es decir, sin alcohol, aunque con la entrada incluía una bebida, todas tomaron una coca cola. Duró hasta las doce de la noche, momento en que el DJ paró y dijo:
-A ver parejas, sabemos todos que lo estáis deseando, y o vuestra chica no quiere con vosotros, o es tímida, o es sosa, o vosotros no sabíais como lanzaros, así que besarla ya.
Al principio solo parejas como la de Eloy y Estela (novios) se besaron, pero poco a poco, Rebeca besó al chico con el que estaba bailando, a Olaya la besó el suyo y así todas las parejas (que eran bastantes puesto que la discoteca era la mejor de la ciudad y era bastante grande) se besaron.
Estela, sus amigas, Eloy, sus amigos y los respectivos ligues de Olaya y Rebeca, estuvieron tomando chupitos en un bar a unos diez minutos de allí, luego el grupo principal, cambió a mojitos y los ligues se fueron porque tenían botellón.
A las tres de la mañana, Estela, Rebeca y Olaya fueron a dormir a casa de Olaya (porque aunque la madre de Estela no lo supiera, Rebeca también iba). Al no haber bebido mucho, iban todas achispadas, y antes de irse todas a casa de Olaya, Estela y Eloy disfrutaron de un momento (bastante largo) antes de despedirse: Se estaban dando el beso de despedida típico, iban los dos con el punto, como se suele decir y a Estela la entró un calentón y le empezó a meter mano a Eloy, de forma que Eloy llevó a Estela a un muro no muy alto y mientras estaban apoyados los dos, ambos se tocaban, mientras ella le acariciaba la entrepierna, él hacía lo mismo con la suya, y cuando los dos acabaron, se miraron, se sonrieron y comenzó un nuevo baile de lenguas en la boca de ambos




-Hombre, ¡por fin llegáis!-Dijo Olaya.
Eloy y Estela se miraron y sonrieron, por último se dieron un pico y Eloy se fue con sus amigos a continuar con otra ronda de chupitos que iba a pagar Eloy por haber masturbado a su novia antes de llevar tres meses con ella, y otra ronda por aguantar más de un mes, y otra ronda por llegar a los dos meses, vamos, que tuvo suerte de que en el grupo suyo fueran un total de cinco chicos y los chupitos solo valen un euro, porque se quedó la mitad de la paga en ese bar esa misma noche y eso que solo estaban a mitad de mes, pero entre tanta celebración y tal, solo le quedaban (contando con sus ahorros) diez euros.


En casa de Olaya esa noche.

Se acostaron a las cinco y media de la mañana porque se tuvieron que cambiar, desmaquillar y hablar de todo lo sucedido esa noche, cotilleos como:
-¿Qué habéis estado haciendo durante media hora tú y Eloy para despediros, eh, Estela? Follar seguro que no porque se tarda más.-Pregunta Olaya.
-Claro, como tú lo has hecho tantas veces.-Replica Estela.
-Pues por lo menos... cinco más que tú.
-Claro, las veces que has follado.-Dice Estela.
-Es lo que tiene no ser virgen.-Replica Olaya.
-Bueno, en eso tiene razón.-Dice Rebeca.
-Tu también eres virgen.
-Ya, pero yo ya hecho una mamada y casi me desvirgan no hace mucho, en aquel botellón en el que iba un poco más que achispada.
-Cierto...-Piensa Estela-, pero... nada, yo acabo de hacer mi primera masturbación a un chico cuando vosotras ya lleváis unas cuantas...
Y así, hablando de sexo se pasaron casi hora y media.



En casa de Olaya a la mañana siguiente.

Se levantaron a la una y media de la mañana, después de dormir ocho horas y porque la madre de Olaya les preguntó si se quedaban a comer y las despertó.
Estela y Rebeca se vistieron y se fueron.
Estela tardó veinte minutos en llegar a casa y a paso ligero.
-Menos mal que me dijiste que volvías a comer, porque son las dos y media y te iba a llamar ahora.-Dijo Marta a Estela enfadada.
-Lo siento mamá, es que nos hemos levantado hace una hora más o menos y pues entre que nos vestimos y hacemos las camas y el tonto... pues...-Decía Estela mientras se iba a su cuarto y aprovechaba para no tener que hablar más.
-Esta tarde tienes hípica, te acuerdas, ¿no? ¿Y mañana no era la competición de saltos?
"Mierda". Pensó Estela.
Estela y Marta estaban comiendo cocido, pero a Estela la sopa no la hacía demasiada gracia.
-Mamá, ¿estás segura de que participe?
-Estela, cariño-Marta la cogió la mano-, sabes que no es lo que más te gusta, pero desde hace años que no te pasa nada y se te da bien, ve tranquila.
-Sí, ¡pero nunca gano nada!
-Porque tienes miedo, no te va a pasar nada.
El resto de la comida la pasaron en silencio viendo a los Simpsons, y a las tres en punto, Estela se fue a su cuarto sin acabarse la carne del cocido alegando que le dolía la tripa.
Esa tarde se fue a salto, y para su sorpresa pasó a cuartos, y llegó a la final, que se celebraría el domingo a las cuatro de la tarde.
A las diez empezaron los primeros síntomas de que de aquí a  nada iba a convertirse en loba, esta vez nos había que excusa poner a su madre, solo que se iba a sacar la basura, llamó a Juan que la pasara a buscar, el cual no tardó ni cinco minutos en aparecer a pesar de que su casa estaba a bastante más tiempo. Estaba tan nerviosa, con tanto miedo, y tan excitada por la final de saltos con el caballo del día siguiente que no pudo frenar el cambio por mucho tiempo. Esta vez empezó el cambio a las 6:11, pero Juan la insistió que se metieran un poco más en el bosque pues estaban en la misma calle. A la hora de salir de casa para ir al instituto paró, o sea, a las ocho en punto, pidieron un taxi, entró en casa a escondidas, se puso unas deportivas, cogió una cazadora, una mochila y se fue a clase, eso sí, antes se fue a desayunar, por lo que se perdió la primera clase.

Días más tarde fue el Carnaval, su grupo de amigos y ella se disfrazaron de los de LMFAO, y lo pasaron genial, tanto en los botellones como en la orquesta que llevaron. Rebeca no continuó con el chico de la discoteca, es más, fue ella la que le empezó a dar largas hasta que al final los dos se cansaron.


Un estúpido lunes de mediados de Marzo a las diez y media de la noche.

-Juan...Ju...an...
-Dime Estela, lo estás haciendo de maravilla.
-Me duele todo, no sé cuanto más voy a poder aguantar sin transformarme.
-Solo hasta las once, si consigues aguantar abrás aguantado cuarenta y cinco minutos.
-Lo...intentaré...
A las once y cuarto, Estela parecía un bicho digno de película de terror.
-¿Sí?
-Marta, soy Juan, Estela está a la mitad del proceso, va mejorando pero deberíamos llevarlas a las dos ya a esa escuela, lo más pronto posible...
-Pero Juan, están a mitad de curso.
-Lo sé, pero es por su bien.
-No lo sé, ya iremos hablando.
-¿Qué te dijo Estela como excusa la otra luna nueva?
-Que había fiesta en casa de una compañera de clase, naturalmente, al actuar como madre responsable, la castigué dos semanas sin salir. Juan estoy harta.
-Shhh, lo sé Marta.
-Adiós Juan... te... te... te hecho de menos.
Marta colgó sin que a Juan le diera tiempo a replicar.
El martes no fue a clase en todo el día a pesar de que el sol empezó a salir a las 6:11, y consiguió retrasarlo media hora y a las ocho ya era enteramente humana, no la apetecía, en lugar de eso, se cogió su moto y se fue a ver a los caballos. Desde que quedó tercera en el concurso de saltos, está más unida a los caballos, sobretodo al que ella cuida, es negro como el carbón y se llama Hollín.
El resto del mes de Marzo, transcurrió sin problemas y sin novedades, bueno sí, el día ocho Eloy la regaló tres rosas rojas, una por cada mes, ella le regaló una cena romántica y cada día más momentos íntimos, Rebeca tiene novio, espera durar con él dos meses, y luego espera desvirgarle a él y que él lo haga con ella, el día treinta de abril hacen dos meses. Se llama Jesús.