jueves, 9 de agosto de 2012

Capítulo 6. Parte 1. En mitad de un beso paras y sacas el móvil. -¿A quién llamas?-Pregunto. En ese momento suena mi móvil. -A lo más bonito del mundo.-Respondes.

En el instituto de esa ciudad.

Se acabó el mes de Enero y comienza el de Febrero, buena noticia porque significa fiesta, fiesta con corazones y fiesta de disfraces.
San Valentín cae en martes y ha recibido como sospechaba un clavel rojo con una tarjeta de Eloy. Este sábado, 18, hay una fiesta, pero sospecha que el lunes no voy a volver a ir a clase porque el domingo hay Luna Nueva.
Eloy y ella llevan con este dos meses juntos, el día ocho es su aniversario y él le regaló otras dos rosas rojas simbolizando dos meses, un mes cada rosa, ella le regaló una colonia de Adolfo Domínguez que la costó bastante dinero pero que llevaba sabiendo que la quería desde antes de empezar a salir, salió en una conversación de esas que tuvieron por notitas hace bastante tiempo, además, creo que fue en las primeras notas donde ninguno pensaba que iban a acabar juntos.
En San Valentín, se intercambiaron esclavas sin sospecharlo, en la de cada uno ponía "E y E" (Eloy y Estela/Estela y Eloy) por fuera y por el otro lado ponía la fecha en la que empezaron. Hacen una pareja preciosa, o por lo menos eso es lo que Estela piensa y lo que la gente piensa, pero ella ha salido con chicos dos, tres o como mucho cuatro semanas y aunque la gente decía que hacíamos buena pareja ella pensaba que más bien hacían una "peculiar" pareja, en cambio la encanta como se complementan Eloy y ella: ella con su pelo justo por encima del pecho, castaño, luminoso y liso, ojos verdes rubí, y él pelo ondulado, corto y ojos miel, él ligeramente más alto que yo con una espalda ancha perfecta, en la que te puedes cobijar de todo, como a ella le gusta, unos labios gruesos, sexis, y unos brazos currados que dan lugar a un cuerpo atlético, sus brazos están mucho menos trabajados pero lo están también, porque hacer hípica y montar a caballo además de baile moderno, se tiene que notar en algo, y ahora más que hace el doble de ejercicio al ser loba.
Eloy la  gusta mucho.


En un lugar alejado, en su casa, su madre mira la tele pensativa.

Odia estas fechas, decidido: a partir de ahora estas fechas serán las que menos la gusten de todo el año: en casa, alejada de sus dos hijas de las cuales una no sabe que ella existe, saber que este domingo la hija a la que ella cuida va a sufrir pero ella no debe saber nada mientras llama al padre de sus hijas para informarse de como está alternándolo con llamadas a su casa donde su criada cuida a la hija que no la conoce, además, el día anterior Estela tiene fiesta de San Valentín y se va a quedar a dormir en casa de Olaya.
"La vida es un asco".
Es lo último que piensa Marta antes de irse a trabajar


En esa misma casa el sábado de esa semana a las cuatro de la tarde.

Estela, Olaya y Rebeca están en casa de Estela preparándose para la fiesta de San Valentín. Aunque la madre de Estela está al corriente de que es la fiesta, la deja irse a dormir a casa de Olaya aun sabiendo que va a llegar tarde, decide que un día es un día, lo que Marta no sabe es que la fiesta será en una discoteca llamada Barbara.
El tema de esa fiesta es San Valentín, y como tal, es obligatorio ir con algo rojo:
Rebeca lleva uno vaqueros ajustados, unas botas altas y una camiseta ancha de Estados Unidos y debajo de ésta lleva una de tirantes roja, Olaya lleva unos pantalones rojos, unos zapatos de tacón marrones claros y una camisa blanca, Estela aun no sabe que ponerse. No tiene pantalones rojos pero tiene una camiseta roja de tirantes con las mangas (largas) como si debajo llevara una camisa blanca, pero tiene una falda roja y hasta un vestido rojo que se puso en noche vieja, pero descarta el vestido al ser demasiado formal.
-Vamos tía, decídete ya la camiseta, la falda, ¿qué? También tienes una básica de tirantes roja...
-Mírame bien Rebeca: no voy a ir a la discoteca con esa camiseta.-Le dijo Estela muy claramente.-¡¡MAMÁ!!
-Dime hija.-Aparece su madre en la puerta de su cuarto.-Qué guapas estáis todas, bueno, tú, Estela, en ropa interior estás igual que siempre.
-Mamá, estoy guapísima con esto, pero, ¿Cómo va hacer hoy? ¿Mucho frío?
-Bastante frío.-Marta se fija en la falda-, incluso para llevar esa falda con medias más o menos gordas y botas a menos que no te quieras helar de frío cual enfermera sexi a siete grados sobre cero en carnavales.
-Muchas gracias mamá-su madre se va a dar la vuelta para marcharse-, ¡espera! ¿Qué tal me queda esto?
Estela lleva la camisa/camiseta roja y blanca, unos vaqueros grises claros y de calzado... aun nada.
-Ponte esas botas hasta la rodilla grises y estarás para eclipsar.
-¡Gracias mamá! A la, ahora déjanos acabar de arreglarnos y tú nos das el visto bueno-La dice mientras la empuja hacia la puerta.
-¡Espera Estela!
-¿Qué pasa?
-¿Y si no os puedo dar el visto bueno porque no estáis lo suficientemente guapas?
-Menuda tontería, ¡pero míranos! Si estamos buenísimas y sin maquillar!-Dice Olaya.
Marta sonríe y sale de la habitación.
Estela pone la radio alta y se maquillan mientras suena "That what makes you beautiful" de "One Direction".
Y así, mientras se maquillan la raya (fina) por el párpado superior por fuera, Rebeca se quita las gafas y se pone las lentillas y se maquilla como el resto, se dan sombra blanca por el párpado inferior para resaltar los ojos y Olaya decide probar un poco de sombra roja y el resto la pide que se lo pinte igual que a ella que la queda genial y se dan en los labios pinta labios rojo con brillo y acaban con la raya negra por en interior del ojo por arriba y por abajo y con el rimel, su ánimo va subiendo hasta desbordar. Pero aunque parezca que esto ha llevado solo media hora, en realidad las ha llevado dos horas y media, las necesarias para llegar bien a la fiesta que empieza a las ocho y media, y no van a correr ni andar deprisa, preparan el bolso y se van.
-Estela.-Dice Marta.
-¿Qué?
-¿Vas a venir a comer mañana?
-Claro.
-Vale, pásatelo genial.
-Gracias, mamá.
-De nada, hija.


En la discoteca.

Pusieron canciones de todo, pusieron únicas para chonis (flamencas), para gozar (reggaetton), para bailar (canciones de discoteca, el ejemplo más conocido es David Guetta), canciones para disfrutar (por ejemplo canciones de Juan Magán o la ahora tan actual del Tacatá), y house, en resumen, muy buena música, es decir, un muy buen DJ.
La fiesta, al ser de menores era light, es decir, sin alcohol, aunque con la entrada incluía una bebida, todas tomaron una coca cola. Duró hasta las doce de la noche, momento en que el DJ paró y dijo:
-A ver parejas, sabemos todos que lo estáis deseando, y o vuestra chica no quiere con vosotros, o es tímida, o es sosa, o vosotros no sabíais como lanzaros, así que besarla ya.
Al principio solo parejas como la de Eloy y Estela (novios) se besaron, pero poco a poco, Rebeca besó al chico con el que estaba bailando, a Olaya la besó el suyo y así todas las parejas (que eran bastantes puesto que la discoteca era la mejor de la ciudad y era bastante grande) se besaron.
Estela, sus amigas, Eloy, sus amigos y los respectivos ligues de Olaya y Rebeca, estuvieron tomando chupitos en un bar a unos diez minutos de allí, luego el grupo principal, cambió a mojitos y los ligues se fueron porque tenían botellón.
A las tres de la mañana, Estela, Rebeca y Olaya fueron a dormir a casa de Olaya (porque aunque la madre de Estela no lo supiera, Rebeca también iba). Al no haber bebido mucho, iban todas achispadas, y antes de irse todas a casa de Olaya, Estela y Eloy disfrutaron de un momento (bastante largo) antes de despedirse: Se estaban dando el beso de despedida típico, iban los dos con el punto, como se suele decir y a Estela la entró un calentón y le empezó a meter mano a Eloy, de forma que Eloy llevó a Estela a un muro no muy alto y mientras estaban apoyados los dos, ambos se tocaban, mientras ella le acariciaba la entrepierna, él hacía lo mismo con la suya, y cuando los dos acabaron, se miraron, se sonrieron y comenzó un nuevo baile de lenguas en la boca de ambos




-Hombre, ¡por fin llegáis!-Dijo Olaya.
Eloy y Estela se miraron y sonrieron, por último se dieron un pico y Eloy se fue con sus amigos a continuar con otra ronda de chupitos que iba a pagar Eloy por haber masturbado a su novia antes de llevar tres meses con ella, y otra ronda por aguantar más de un mes, y otra ronda por llegar a los dos meses, vamos, que tuvo suerte de que en el grupo suyo fueran un total de cinco chicos y los chupitos solo valen un euro, porque se quedó la mitad de la paga en ese bar esa misma noche y eso que solo estaban a mitad de mes, pero entre tanta celebración y tal, solo le quedaban (contando con sus ahorros) diez euros.


En casa de Olaya esa noche.

Se acostaron a las cinco y media de la mañana porque se tuvieron que cambiar, desmaquillar y hablar de todo lo sucedido esa noche, cotilleos como:
-¿Qué habéis estado haciendo durante media hora tú y Eloy para despediros, eh, Estela? Follar seguro que no porque se tarda más.-Pregunta Olaya.
-Claro, como tú lo has hecho tantas veces.-Replica Estela.
-Pues por lo menos... cinco más que tú.
-Claro, las veces que has follado.-Dice Estela.
-Es lo que tiene no ser virgen.-Replica Olaya.
-Bueno, en eso tiene razón.-Dice Rebeca.
-Tu también eres virgen.
-Ya, pero yo ya hecho una mamada y casi me desvirgan no hace mucho, en aquel botellón en el que iba un poco más que achispada.
-Cierto...-Piensa Estela-, pero... nada, yo acabo de hacer mi primera masturbación a un chico cuando vosotras ya lleváis unas cuantas...
Y así, hablando de sexo se pasaron casi hora y media.



En casa de Olaya a la mañana siguiente.

Se levantaron a la una y media de la mañana, después de dormir ocho horas y porque la madre de Olaya les preguntó si se quedaban a comer y las despertó.
Estela y Rebeca se vistieron y se fueron.
Estela tardó veinte minutos en llegar a casa y a paso ligero.
-Menos mal que me dijiste que volvías a comer, porque son las dos y media y te iba a llamar ahora.-Dijo Marta a Estela enfadada.
-Lo siento mamá, es que nos hemos levantado hace una hora más o menos y pues entre que nos vestimos y hacemos las camas y el tonto... pues...-Decía Estela mientras se iba a su cuarto y aprovechaba para no tener que hablar más.
-Esta tarde tienes hípica, te acuerdas, ¿no? ¿Y mañana no era la competición de saltos?
"Mierda". Pensó Estela.
Estela y Marta estaban comiendo cocido, pero a Estela la sopa no la hacía demasiada gracia.
-Mamá, ¿estás segura de que participe?
-Estela, cariño-Marta la cogió la mano-, sabes que no es lo que más te gusta, pero desde hace años que no te pasa nada y se te da bien, ve tranquila.
-Sí, ¡pero nunca gano nada!
-Porque tienes miedo, no te va a pasar nada.
El resto de la comida la pasaron en silencio viendo a los Simpsons, y a las tres en punto, Estela se fue a su cuarto sin acabarse la carne del cocido alegando que le dolía la tripa.
Esa tarde se fue a salto, y para su sorpresa pasó a cuartos, y llegó a la final, que se celebraría el domingo a las cuatro de la tarde.
A las diez empezaron los primeros síntomas de que de aquí a  nada iba a convertirse en loba, esta vez nos había que excusa poner a su madre, solo que se iba a sacar la basura, llamó a Juan que la pasara a buscar, el cual no tardó ni cinco minutos en aparecer a pesar de que su casa estaba a bastante más tiempo. Estaba tan nerviosa, con tanto miedo, y tan excitada por la final de saltos con el caballo del día siguiente que no pudo frenar el cambio por mucho tiempo. Esta vez empezó el cambio a las 6:11, pero Juan la insistió que se metieran un poco más en el bosque pues estaban en la misma calle. A la hora de salir de casa para ir al instituto paró, o sea, a las ocho en punto, pidieron un taxi, entró en casa a escondidas, se puso unas deportivas, cogió una cazadora, una mochila y se fue a clase, eso sí, antes se fue a desayunar, por lo que se perdió la primera clase.

Días más tarde fue el Carnaval, su grupo de amigos y ella se disfrazaron de los de LMFAO, y lo pasaron genial, tanto en los botellones como en la orquesta que llevaron. Rebeca no continuó con el chico de la discoteca, es más, fue ella la que le empezó a dar largas hasta que al final los dos se cansaron.


Un estúpido lunes de mediados de Marzo a las diez y media de la noche.

-Juan...Ju...an...
-Dime Estela, lo estás haciendo de maravilla.
-Me duele todo, no sé cuanto más voy a poder aguantar sin transformarme.
-Solo hasta las once, si consigues aguantar abrás aguantado cuarenta y cinco minutos.
-Lo...intentaré...
A las once y cuarto, Estela parecía un bicho digno de película de terror.
-¿Sí?
-Marta, soy Juan, Estela está a la mitad del proceso, va mejorando pero deberíamos llevarlas a las dos ya a esa escuela, lo más pronto posible...
-Pero Juan, están a mitad de curso.
-Lo sé, pero es por su bien.
-No lo sé, ya iremos hablando.
-¿Qué te dijo Estela como excusa la otra luna nueva?
-Que había fiesta en casa de una compañera de clase, naturalmente, al actuar como madre responsable, la castigué dos semanas sin salir. Juan estoy harta.
-Shhh, lo sé Marta.
-Adiós Juan... te... te... te hecho de menos.
Marta colgó sin que a Juan le diera tiempo a replicar.
El martes no fue a clase en todo el día a pesar de que el sol empezó a salir a las 6:11, y consiguió retrasarlo media hora y a las ocho ya era enteramente humana, no la apetecía, en lugar de eso, se cogió su moto y se fue a ver a los caballos. Desde que quedó tercera en el concurso de saltos, está más unida a los caballos, sobretodo al que ella cuida, es negro como el carbón y se llama Hollín.
El resto del mes de Marzo, transcurrió sin problemas y sin novedades, bueno sí, el día ocho Eloy la regaló tres rosas rojas, una por cada mes, ella le regaló una cena romántica y cada día más momentos íntimos, Rebeca tiene novio, espera durar con él dos meses, y luego espera desvirgarle a él y que él lo haga con ella, el día treinta de abril hacen dos meses. Se llama Jesús.

domingo, 29 de abril de 2012

Capitulo 5. Parte 2.Escuchar lo que se dice es tan importante como saber lo que se piensa.


A las 6:43 de la mañana se asomó el primer rayo de sol por el horizonte. Era sábado de un estúpido 17 de diciembre de 2011. Julia amaneció en su habitación, despertada por los retortijones en la tripa, que cada vez iban a más, exactamente igual que por la noche del viernes. Cada vez el dolor fue a más. Al tiempo Julia estaba agonizando de dolor y retorciendose. Era como si la desgarrasen las entrañas.A las dos horas el dolor paró. Tenía un ligero dolor de tripa y estaba agotada asique se quedó dormida en seguida otra vez.

A eso de las nueve de la mañana la despertó el sonido de la puerta de la entrada. Y durante unos quince minutos oyó pasos de vez en cuando, pero Julia pensó que era su padre y se durmió otra vez.
Cuando Julia se despertó eran las once y cuarto, y a pesar de que estaba muy a gusto en la cama, decidió ir a desayunar. Hasta que no bajó a la cocina no se dio cuenta del silencio que reinaba en casa. La señora que la cuida y que arregla la casa tiene los sábados como día libre, y su padre, tampoco está, a pesar de que debería estar aquí "¡Qué raro!"-piensa Julia sarcástica.
Cuando está en la cocina la entra un antojo de churros. Decide hacerse unos churros y así se entretiene un rato, porque, a pesar de que son las once y veinte, comerán tarde, y si no, da igual, tiene antojo de churros, y va a comer churros. Primero prepara la masa cuidadosamente para que luego le salgan buenos los churros. Cuando tiene lista la masa, saca la churrera de uno de los cajones que están al lado del frigorífico y se dispone a meter la masa en ella mientras el aceite se calienta en una sartén. Cuando mete la masa en la churrera prepara un plato y un tenedor para los churros. Cuando el aceite está caliente coge la churrera y gira una rueda que hay en la parte de arriba para que salga la masa, cuando está a punto de salir, suena el teléfono.
-¡Mierda!-suelta Julia.
Deja la churrera, se limpia un poco una mano y va al salón que es de donde viene el ruido del teléfono. Cuando lo ve, lo descuelga.
-¿Si?-dice algo enfadada.
-Soy Mario-contestan al otro lado del teléfono.
-Ah, hola-dice en el mismo tono, sin querer.
-¿Te he despertado?Pareces cabreada.
-No, me e despertado hace un rato, lo siento, esque estoy haciendo churros y estaba a punto de echar el primer churro a la sartén cuando has llamado, y es que...tengo ganas de comerlos ya.
-Mmm...creo que me pasare por tu casa.
-Ni se te ocurra, son todos para mi.
-No si consigo robarte algunos.
-Blah blah blah...no lo harás...
-Ya veremos...¿y como te ha dado por hacer churros?
-Pues...no sé...tenía antojo...
-Y como cuando Julia tiene un antojo, o un capricho, tiene que conseguirlo a toda costa...
-¿Me acabas de llamar niñata caprichosa?
-Mmm...algo asi.
-¡Eres idiota!-oigo como se rie al otro lado del teléfono.
-Lo sé.-sigue riéndose.
Julia vuelve a la cocina para seguir con los churros mientras se coloca el teléfono entre la cabeza y el hombro para poder seguir hablando con las manos ocupadas. Coge la churrera, gira, y cae en la sartén el primer churro, al entrar la masa del churro en contacto con el aceite caliente, salen un montón de burbujas alrededor del churro y se oye como se explotan y se vuelven a formar.
-Parece que ya has empezado a hacer tu antojo.-dice Mario.
-Sí-digo mientras echo otro churro.-Bueno, ¿Y para que me has llamado?
-Ah, si, pues por si querías quedar hoy conmigo.
-Mmm...vale.¿Donde?
-¿Te llamo luego, a mediodía y detallamos hora? Es que tengo que hacer algunas cosas.
-Vale, llamame luego.
-Te quiero.
-Y yo.
Ambos cuelgan. Deja el teléfono y sigue haciendo los churros. Cuando los termina se los come todos mientras ve la tele.  Cuando se termina los churros, recoge todo, y se sube a su habitación a cambiarse el pijama. Se pone un chandal y se hace una coleta.  Hace los deberes que la han mandado de clase mientras escucha música de piano. Cuando termina los deberes abre su gran armario para decidir que se pondrá esta tarde para salir con Mario, cuando ve su traje de ballet. Se queda mirándolo y después de unos segundos de indecisión lo coge todo y lo pone encima de la cama. Su maya rosa claro, sus medias blancas,algo rosadas, sus zapatillas de ballet a conjunto con la maya, sus calentadores grises, y la camiseta gris, que la tenía su padre, y que nunca había usado y decidió cortarla el cuello, la parte de abajo y un poco las mangas para que la quedara mejor. Lleva haciendo ballet desde que tenía unos cinco años. Pero desde que dejó la escuela a la que iba, hace unos dos años, lo ha ido dejando y no lo ha hecho tan a menudo, lo hacía quizás una vez al mes como mucho, pero hace unos meses que no lo hace.  Como es la hora de comer baja a la cocina y prepara pasta para dos y unos filetes rusos. Su padre llega cuando está terminando de hacer la comida.
-Hola cariño-la saluda.
-Hola, te toca poner la mesa-dice Julia molesta.
-Vale...¿estas bien?-pregunta cuidadoso
-¿Yo? Perfectamente.-responde con un tono enfadado y sarcástico.
Julia se va al salón y se sienta en el sofá mientras que su padre pone la mesa y lleva la comida que ella a preparado. Para ella la pasta es sin tomate, ya que aunque con tomate tambien la gusta, la prefiere sin tomate, pero su padre se ha echado tomate y queso rayado, como siempre. Se sientas en la mesa y empiezan a comer. En el ambiente se nota tensión.
-¿Dónde has estado?-pregunta Julia mirando al plato mientras sigue comiendo.
-Pues...me han llamado de una urgencia de trabajo, ¿por?
-No, por nada, es que como siempre desapareces por urgencias de trabajo los días libre, como hoy, y como muchos otros, vamos, que siempre que tienes el día libre al final tienes que ir a trabajar.
-Lo siento, de verdad, pero no puedo hacer nada.
-Claro, la empresa es tuya, tienes que estar siempre trabajando, normal, para eso contrataste a Rosa, cuando yo era un bebé, para que se ocupara de todas las molestias que tu no podías hacer, de la casa, de la comida, de mi...
-Si no trabajara no tendrías todo lo que tienes.
-Si no trabajaras, te tendría a ti.
Han acabado lanzándose miradas enfurecidas y mirándose a los ojos. Pero con esa frase, Julia pone punto y final a la conversación, porque su padre baja la vista, y sigue comiendo, al igual que ella. Y siempre pasa lo mismo, siempre la misma conversación y siempre se acaba con la frase parecida, que sale de la boca de Julia.
Cuando Julia termina de comer, o más bien de engullir lo poco que le quedaba de pasta y los filetes rusos, deja los platos en la cocina y se va a su habitación. Lo primero que ve es su ropa de ballet sobre la cama, la coge y baja a el sotano, que en realidad no es un sótano, si no una sala enorme, con dos paredes forradas de espejos, en otra pared una barra de madera, y en la otra, un piano que está a un metro de separación de ella, mas o menos. Y en la pared en donde está la barra también hay un cadena de un metro de largo por medio de ancho, negra, llena de botones y aberturas. Se desnuda y se pone su ropa de ballet cuidadosamente, después se hace un moño perfecto con una goma, va hacia la cadena, da a un botón y empieza a fluir música de piano por toda la sala. Julia se pone en medio y comienza a bailar ballet. Al principio sus movimientos no son fluidos, pero poco a poco se deja llevar por la música, y comienza a dar vueltas, saltos, y pasos por toda la sala.  Al final acaba abriéndose de piernas en medio de la sala. Se sigue oyendo la cación de piano, que ya ha sonado unas cuatro o cinco veces mientras bailaba. Respira hondo y hace estiramientos. La canción termina, y empieza otra vez. Ahora se siente mucho mejor, hacia mucho que no se sentía como ahora, como cuando hacia ballet, cuando dejaba todo atrás y solo estaban la música, ella y el ballet.  Entonces oye el timbre. Sube a la planta de la entrada para abrir la puerta ya que supone que su padre estará en su estudio, que esta en la tercera planta, igual que su habitación. El timbre suena otras dos veces más. Abre la puerta y se encuentra con Victor.
-Hola-saluda Julia sonriente.
-Hola-Victor la mira de arriba a abajo.-Veo que has vuelto a bailar.
Se mira y sonríe.
-Sí.
-Te sienta bien.
-¿El traje?
-Decía hacer ballet pero el traje también te sienta muy bien.
Ambos nos reímos.
-Bueno...¿Pasas? Me estoy helando.-le ofrece Julia.
-Claro.
Cuando Victor pasa Julia cierra la puerta y la entra un escalofrío por el aire helado que ha entrado de la calle. Victor se quita el abrigo y lo deja en el perchero de la entrada. Ambos van al salón y se sientan en un sofá que hay en frente de la chimenea. Se sientan uno en frente del otro, como siempre. Julia le coge las manos incoscientemente, pero las suelta.
-¡Oh dios, están heladas!-dice Julia.
-Sí, hace un frío horrble en la calle, casi muero congelado.
-Pobrecito, los tres minutos de camino han debido de ser horribles.
-Ya te he dicho que casi muero congelado.
-Pobre.
Nos reimos.
-Bueno...¿y para que has venido?-pregunta Julia.
Ahora mismo sus cabezas están a pocos centímetros ya que al reirse ambos se han echado para adelante.
-¿Es que tiene que haber una razón para venir a verte?-dice.
Julia sonríe y Victor también. Ambos se miran los labios a la vez incoscientemente y vuelven a mirarse a los ojos inmediatamente. Victor se acerca y junta sus labios con los de Julia. Solo ha sido un pico, ambos se miran a los ojos. Ambos se acercan y juntas sus labios. Julia rodea el cuello de Victor con sus brazos y Victor pone sus manos en la citura y la espalda de Julia. Ambas bocas se abren y las lenguas de ambos se entrelazan y se mueven.  Después de unos minutos besándose Julia oye el sonido de las escaleras y se separa rápidamente y se sienta de frente al fuego. Victor no es tan rápido pero también reacciona antes de que el padre de Julia aparezca por el umbral del salón.
-Anda, hola Victor.-saluda su padre.-¿Cómo es que has venido?
-Tenemos que hacer un trabajo para clase.-miente Victor.
-¿Y que haceis en el salón?-pregunta suspicaz.
-Es que Victor tenía las manos y la cara heladas, porque hace un frío horrible fuera.-respondo mirando al fuego.
-También tienes chimenea en tu habitación.-dice mi padre.
-No me he dado cuenta.-dice Julia dandose un golpecito en la cabeza con el dedo índice.-He estado haciendo ballet y se me ha ido.
-Ah, vale, bueno yo vengo a por un café.
-Vale, nosotros nos subimos a mi habitación.-dice Julia mientras se levanta lentamente.
El padre de Julia va a la cocina y ellos suben a la habitación de Julia en la última planta.
Cuando entran Julia cierra la puerta.
-¿Sabes? Ahora tengo novio.-dice Julia confusa y algo molesta, pero feliz por dentro.
-Tu eres la que ha seguido el beso.-responde Víctor.
-Eres tú el que me a dado el primero.
Julia está molesta porque ahora tiene novio, pero en el fondo está rebosante de felicidad, siente mariposas o nervios en el estómago, y la tiemblan las manos y las piernas.
-Bueno no es mi culpa, no haberte puesto tan cerca.
-Ahora es culpa mia por haberme puesto cerca de ti? Ni que por ponerme cerca me tengas que besar.
-Tenía ganas y estabas cerca.Y aparte...-sigue hablando y discutiendo.
Julia se dedica a mirarle los labios mientras sigue diciendo palabras que decide ignorar. Se va acercando a el hasta que le vuelve a besar como la segunda vez en el sofá. Él sigue le beso y a pesar de haber empezado Julia, termina llevando el beso él y es él el que se separa después de casi diez minutos.
-¿Sabes? Creía que ahora tenías novio.-dice Víctor.
Me quedo mirándole y me rio. Entonces suena mi móvil. Veo en la pantalla: Mario<3. Le cojo.
-Hola-digo.
-Hola, ¿qué tal?
-Bien...¿y tú?
-Bien, ¿A que hora quedamos?
-Ah...mmm...que hoy ibamos a quedar...mmm...-miro a Victor que la mira como preguntando quien es.
Julia mueve los labios para decir Mario, pero solo moviendo los labios y él hace un gesto como diciendo: Ahh...
-¿Julia?-se oye al otro lado del teléfono.
-¿Si?
-¿Que a que hora quedamos?
-Ah...no sé...a la hora que quieras.
-¿A las seis te viene bien?
-Sí, vale, a las seis.
-Vale.¿donde siempre?
-Sí, donde siempre.
-Adios, te quiero.
-Adios...
Cuelga.
-¿Y bien?-pregunta Victor.
-Esta tarde he quedado con Mario.
-Ah, vale.¿Se lo vas a decir?
-No creo.¿Por?
-¿Vas a seguir con él después de esto?
-Bueno...si...¿Se supone que se lo tengo que decir?Eso es estúpido. Me lleva gustando desde hace un montón y ahora que por fin estoy saliendo con él ¿le digo esto para que no me vuelva a hablar?No.
-Si tanto te lleva gustando y porfin le has conseguido, no tendrías que haber continuado el beso, ni haberme besado.
-Bueno...es que...supongo que a ti también te quiero.
-¿Eres tonta?-dice enfadado.
-¿Por que dices eso? No soy tonta.
Las lágrimas se acumulan en los ojos de Julia.Victor sale de la habitación y baja hasta la entrada con Julia pisándole los talones y pidiendo una explicación mientras contiene las lágrimas.
-Ya hablaremos-dice Victor.-Adios.
Desaparece por la puerta de entrada. Julia se queda muy quieta mirando la puerta. Al cabo de dos minutos, va hacia la sala de ballet, su sala de ballet.
Entra en ella y va directa a la cadena de música, donde da al play, y empieza a sonar otra vez la canción de piano de antes. Va hacia el centro de la sala y empieza a bailar. Al cabo de un minutos las lágrimas empiezan a salir de sus ojos y al cabo de otro minuto para y lanza un grito a su preciada sala de ballet.
Esa fue la última vez que habló con Victor antes de Navidades. Y esa tarde no quedó con Mario, aludiendo que la habían castigado.

Las Navidades pasaron rápido y fueron maravillosas por una parte y no tanto por la otra. Estuvo hablando con Rosa de lo que la había pasado esa noche, cuando se puso a gritar como si la estuvieron desgarrando por dentro, pero Julia no quería darle vueltas, y la hizo prometer que no se lo contaría a nadie, a pesar de que ella ya se lo había contado a su padre y ambos sabían de que era. La mayoría de los días Julia salía con Mónica, y se lo pasaban genial, haciendo peleas de bolas de nieve, contruyendo muñecos de nieve para después tirarse encima de ellos y derribarlos,o en el parque que hay al lado de la casa de Julia, como hay una cuesta muy empinada, hacía un trineo casero con un cartón y se tiraban por la cuesta, y sobretodo haciendose fotos, montones de fotos en al nieve. También se dedico a contarla todo lo de Victor y las dudas y todo y Mónica la aconsejó y la consoló lo mejor que pudo. Hubo un día, en las vacaciones, en el que quedó con Mario, era Nochevieja asique se puso muy guapa, con un vestido negro de tubo, un abrigo largo negro, unos tacones y medias negras, ya que luego tenía una fiesta con Mónica y demás amigos después de las uvas. El pelo lo llevaba suelto y liso, como siempre, y de maquillaje tenía raya negra por dentro y por encima del ojos, y los labios rojos, ya que con su piel pálida quedan muy bien. Ese día cuando vio a Mario, después de todas las vacaciones sin verle, no sintió ese cosquilleo de antes, ni la sonrisa cubrió su cara nada más verle, ni sus besos pudieron sacarla una sonrisa, bueno, si una sonrisa, pero era un sonrisa forzada, asique al final, le contó todo lo que había pasado con Victor y lo que sentía y cortaron. En el momento en el que cortaron Julia no se sentía bien, pero aún así fue a la fiesta. Primero se tomó las uvas con su padre y con Rosa, que como no tenía familia aquí pues se las tomó con ellos, y luego a la una fue a la fiesta, y se supone que se quedó a dormir en casa de Mónica, igual que Mónica se quedaba a dormir en casa de Julia, pero en realidad, se quedaron en la casa de Raquel, otra amiga, de empalmada, con otras diez personas más. Y en la fiesta, mientras estaban bailando, Victor se acercó ya que se había enterado de que había cortado con Mario, y como era una canción lenta bailaron juntos y al final de la canción Victor la besó y Julia continuó con el beso, feliz. Y a las cuatro y tres minutos de la mañana comenzaron a salir. Había estado toda la noche juntos, y a las cuatro Victor se lo pidió y ella aceptó y luego siguieron juntos toda la noche. Bailaron, fumaron cachimba,bebieron y se lo pasaron genial. Y a las siete de la mañana Victor y ella estaban en un sillon que en teoría era solo para uno, pero Julia estaba con el culo entre el brazo del sillón y las piernas de Victor y sus piernas apoyadas en el otro brazo del sillón, con la cabeza apoyada en el hombro de Víctor y los brazos de Víctor alrededor suyo en ademán protector, y se quedaron dormidos, les hicieron varias fotos, porque estaban realmente monos.
Por Reyes Magos  y Papá Noel la regalaron un montón de ropa, un I Phone nuevo y mejor(ya que es suyo iba muy mal), un portátil nuevo rosa, una alfombra de pelo para cubrir todo el suelo de su habitación en fucsia, una televisión de pantalla plana para su habitación, una cámara de fotos de las buenas grandes con objetivos que capturan el más mínimo detalle, una nueva funda rosa para su ebook, ya que la otra era negra y la quería en rosa y de parte de sus tíos y abuelos recibió dinero.

23 de Enero de 2012: Luna nueva.
Esa día Rosa no la dejó salir de casa, decía que hoy iba a pasar lo mismo que la otra vez, cuando empezó el dolor. Su padre no estaba en casa, como siempre, así que todo iba a ser más fácil, porque precisamente era una cosa que no se podía ocultar, ya que en cuanto el dolor empezaba, cada vez iba a más y los gritos no se podían reprimir.
A las diez menos cuarto empezó el dolor de tripa. Rosa la dijo que respirara hondo y pensara en otra cosa. El dolor remitió, pero volvió a las diez y veinte, cada vez era más fuerte, hasta que a las diez y media estaba tirada en el suelo del salón, retorciéndose de dolor, empezó a gritar porque el dolor era insoportable.
A las doce el dolor paró y Julia se quedó tumbada en el salón llorando mientras que Rosa la acariciaba el pelo diciendola palabras tranquilizadoras. Al cabo de veinte minutos se tranquilizó y dejó de llorar. Las dos se sentaron en el sofá.
-¿Por qué me pasa esto?-pregunta Julia.
-La verdad es que no sé muy bien por qué, es muy raro...-miente Rosa.
-Me estás mintiendo.¿Cómo sabías que era hoy cuando me iba a pasar?
-Porque la otra vez también te pasó en luna nueva.
-¿Y eso que tiene que ver?
-No lo sé, pero supuse que era este día.
-¿Y cómo sabías que me iba a volver a pasar?
-No lo sabía, pero era mejor prevenir que curar.
-Claro...bueno, me voy a dormir, ya seguiremos hablando de esto.
-Vale, buenas noches.
Cuando Julia sube a su habitación, Rosa suspira. Ella no puede saber nada, así lo ha dicho Juan y así será, él cuidará de Estela y la enseñará y ella ayudará a Julia, aunque eso no influya mucho, porque es cuando Estela sufre, cuando Julia empieza a sufrir. Pero es muy raro, si Estela se convierte en lobo, Julia debería convertirse, pero solo sufre, y luego, cuando Estela se convierte Julia deja de sufrir. Entonces suena el teléfono. Rosa contesta.
-¿Si?-dice.
-Hola, soy Marta.
-Ah, hola Marta, soy Rosa.
-¿Que tal todo?
-Bien, Estela ya se ha convertido, hace una hora o así.
-¿Y Julia?
-Julia está bien, también ha estado sufriendo , pero a las doce, que supongo que a sido cuando Estela se ha convertido, Julia a dejado de sufrir, luego estaba muy nerviosa y asustada y ha estado llorando un rato, cuando ha dejado de llorar, ha empezado a hacer preguntas y...es lista, empieza a sospechar y quiere respuestas a porque le pasa esto a ella y nosé que decirla.
-Pobre, está...asustada...-se la quiebra la voz.
-Marta...
-Necesita una madre a su lado, está pasando por un momento muy difícil...bueno...necesita una madre y...creo que debería estar ahí con ella...
-Marta...no puede ser, no puede conocerte, nunca a  sabido de tu existencia y ni de la de Estela.
-Bueno...ya hablaremos de ello, es tarde...
-Sí, de acuerdo...Adios...
-Adios Marta...
Ambas cuelgan.
A las 8:34, sale el primer rayo de sol, y Julia empieza con dolores de tripa. Como por la noche pasa dos horas de sufrimiento hasta que para, esas dos horas Rosa está juntos a ella y luego la hace un desayuno compuesto por: churros, beicon, una tostada, un zumo natural de naranza y un vaso de leche con Cola Cao. Julia se toma todo el desayuno y luego se pone a ver la tele ya que después de ese desayuno está llenísima.
Su padre llega a la hora de comer y habla con Rosa y luego baja a comer. Mientras ellos comen Rosa se dedica a limpiar la cocina. Mientras comen no hablan, aunque Juan mira a Julia de vez en cuando. Cuando terminan de comer Julia se sube a su habitación y escucha música.
Luego, hace un poco de ballet, y después se va un rato por ahí con Victor. Se pasan toda la tarde juntos paseando o en un parque, siempre dados de la mano, o abrazados o besándose.
A las nueve Victor la acompaña a casa y Julia llega con las mejillas rojas por el frío y con las manos heladas, pero con una enorme sonrisa en la cara. Cuando entra en casa deja el abrigo y la bufanda en el perchero de la entrada. Oye a su padre en la cocina y supone que estará hablando por teléfono. Va hacia la cocina y cuando va a entrar, oye su nombre en la conversación y se queda en la puerta escuchando. Su padre dice algo de que tienen que tener cuidado, de que una tal Estela está bien, que con él no la pasará nada y que él la ayudará y la protegerá, y luego la persona al otro lado de la línea dice algo y su padre contesta que Julia, osea ella, estará bien con Rosa, que ahora no puede ser( lo que quiera que preguntara la otra persona) y luego después de discutir sobre eso, al final cuelgan. Julia decide dar la vuelta y luego ir a la cocina con pasos ruidosos para que su padre lo oiga.
-Hola-dice Julia.
-Hola,¿que tal todo?
-Bien,¿a que hora cenamos?
-En un rato.
-Vale, me subo a mi cuarto a cambiarme.
-Vale.
Después bajan a cenar, luego Julia se sube a su habitación a dormir, pero no deja de darle vueltas a la conversación. ¿Qué era lo que no podía ser? ¿Y quién es Estela? ¿Y con quién hablaba su padre?
Al final, se rinde y decide que o ya preguntará o ya lo averiguará, pero que ahora tiene que dormir. Al final se queda dormida y en sus sueños aparece un lobo, pero no es un lobo normal, es más grande que un lobo, tiene el pelaje y unos ojos verdes rubí iguales que los suyos.